200 años de la promulgación de la Constitución Federal de 1824
Versión estenográfica. 200 años de la promulgación de la Constitución Federal de 1824 y creación de la Armada de México
Desfile y ceremonia encabezada por la presidenta de los Estados Unidos Mexicanos, Claudia Sheinbaum Pardo, desde Veracruz
Presidencia de la Republica | 04 de octubre de 2024
Versión estenográfica. 200 años de la promulgación de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824 y creación de la Armada de México
MODERADOR: Damos inicio a la ceremonia del bicentenario de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824 y creación de la Armada de México con los honores plenos a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de los Estados Unidos Mexicanos y comandanta suprema de las Fuerzas Armadas.
(HONORES)
MODERADORA: Presiden los eventos conmemorativos la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de los Estados Unidos Mexicanos y comandanta supremo de las Fuerzas Armadas.
Le acompañan en el presídium:
MODERADOR: Almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, secretario de Marina y alto mando de la Armada de México.
MODERADORA: General Ricardo Trevilla Trejo, secretario de la Defensa Nacional y alto mando del Ejército y Fuerzas Aérea mexicanos.
MODERADOR: Ingeniero Cuitláhuac García Jiménez, gobernador del estado de Veracruz.
MODERADORA: Ingeniera Norma Rocío Nahle García, gobernadora electa del estado de Veracruz.
MODERADOR: Licenciada Rosa Icela Rodríguez Velázquez, secretaria de Gobernación.
MODERADORA: Almirante José Barradas Cobos, subsecretario de Marina.
MODERADOR: General de división Enrique Covarrubias López, subsecretario de la Defensa Nacional.
MODERADORA: General de división Enrique Martínez López, oficial mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional.
MODERADOR: Almirante Francisco Guillermo Escamilla Cázares, oficial mayor de Marina.
MODERADORA: Almirante Gerardo de Jesús Toledo Guzmán, inspector y contralor general de Marina.
MODERADOR: General de División, Jaime González Ávalos, inspector y Contralor del Ejército y Fuerzas Aérea.
MODERADORA: Licenciado José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, asesor político de la Coordinación de Comunicación Social de Presidencia de la República.
También les acompañan autoridades civiles, militares y navales.
Agradecemos la asistencia de los representantes de los medios de comunicación que hoy nos acompañan.
Damas y caballeros, sean todos cordialmente bienvenidos.
MODERADOR: Prosigue este evento con la lectura de una reseña histórica del bicentenario de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824 y creación de la Armada de México, a cargo del licenciado José Alfonso Suárez Real y Aguilera, asesor político de la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de México.
JOSÉ ALFONSO SUÁREZ REAL Y AGUILERA, ASESOR POLÍTICO DE LA COORDINACIÓN GENERAL DE COMUNICACIÓN SOCIAL DE LA PRESIDENCIA DE MÉXICO: Con su venia, señora presidenta; con la venia del señor gobernador y la gobernadora electa, de los altos mandos del Ejército Mexicano y de la Armada de México.
Ciudadanas y ciudadanos del tres veces heroico puerto de Veracruz:
El 4 de octubre de 1821, el emperador Agustín de Iturbide creó el Ministerio de Guerra y Marina, y destacó al teniente de navío Antonio de Medina Miranda para hacerse cargo de la Armada de México.
Poco después de la destitución del emperador, una de las grandes preocupaciones de la Junta Gubernativa fue siempre mantener a la Marina Armada de México como una de las grandes instituciones de la nación. El 4 de octubre de hace 200 años, en torno al templo de San Pedro y San Pablo de la capital de la naciente República mexicana, se emitió el solemne decreto de promulgación de nuestra primera Constitución como nación independiente, como República federal integrada por 19 estados, cinco territorios y Distrito Federal, y con la instauración de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial como columna vertebral de este pacto social.
El solemne acto culminaba el arduo trabajo iniciado el 7 de noviembre de 1823 por los 114 diputados constituyentes, entre ellos, los veracruzanos Manuel Argüelles y José María Becerra, para elaborar y aprobar el acta constitutiva de la federación mexicana, tarea a la que fueron convocados por la Junta Gubernativa conformada por don Nicolás Bravo, don Guadalupe Victoria y don Pedro Celestino Negrete.
Nuestra primera Constitución Política estipuló con firmeza nuestra libertad e independencia del gobierno español y de cualquier otra potencia. Determinó establecer una República representativa, popular y federal, dividida en tres poderes: Legislativo, Ejecutivo y Judicial, y estableció con toda claridad que ni en los estados ni en la federación nunca podrían reunirse dos o más de estos poderes en una corporación o persona.
Hace 200 años, don Guadalupe Victoria, como presidente de la Junta Gubernativa, ese hombre que tanto amó a Veracruz, afirmó que los autores de la Constitución llenaron su augusto encargo de un modo tan admirable y circunspecto que, sin traspasar una línea de sus atribuciones, dejaron levantado el edificio, que para su consolidación y hermosura necesita de nuestros trabajos y de la continuación de nuestros esfuerzos, y defendió de la malsana crítica al trabajo legislativo con estas palabras que suenan, en un momento dado, actuales:
‘Si creían que nuestros legisladores destituidos de previsión o arrebatados, si se quiere, de un torrente de ideas peligrosas, envolvían a los pueblos en los desastres de la anarquía, todo lo contrario, los llamaban a la perfección social.’
Los mexicanos, connaturalizados con lo bueno, lo grande, lo perfecto, burlaron estos vaticinios de la ignorancia y, tal vez, de la mala fe. El contento universal, la adhesión a las leyes, el respeto a las máximas de nuestra existencia política, todo viene en apoyo de la sabiduría y del profundo cálculo de los legisladores mexicanos.
Ni duda cabe de que nuestra primera Constitución aportó muchas novedades y detonó el desarrollo constitucional de la República mexicana, manteniéndola a tono con el desarrollo político mundial de la época. Al asumirse como República moderna, no exenta, por tanto, de principios liberales e individualistas, lo que le permitió romper con los cánones centenarios del viejo régimen monárquico y colonial.
En este acto de memoria en honor al trabajo de los constituyentes de 1824, lo es también al general José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix, quien desde 1815 renunció a su nombre y linaje, se invisibilizó y se asumió como Guadalupe en honor al popular movimiento independentista de ‘los Guadalupes’, por cierto, auspiciado por mujeres de la talla de Leona Vicario y adoptando el apellido Victoria para rubricar así la máxima aspiración del movimiento libertador.
En este contexto adicional, y gracias al mandato popular, resulta muy relevante que este evento cívico se encuentre presidido por la primera mujer presidenta de los Estados Unidos Mexicanos, la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, cuyo compromiso indeclinable por fortalecer a la República legada por los constituyentes de 1824 se manifiesta en las acciones cotidianas de un gobierno a favor de un pueblo que apostó a consolidar un país paritario, igualitario y próspero, y a la construcción cotidiana de la paz con justicia social que impulsa la Cuarta Transformación del país, tal y como lo mandataron el pasado 2 de junio en esta histórica jornada en la que con contundencia se expresaron los sentimientos de la nación mexicana del siglo XXI.
¡Viva don Guadalupe Victoria!
¡Vivan los constituyentes de 1824!
¡Viva México!
Gracias.
MODERADORA: Prosigue esta ceremonia con el discurso del almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, secretario de Marina y alto mando de la Armada de México.
RAYMUNDO PEDRO MORALES ÁNGELES, SECRETARIO DE MARINA: A sólo unos días de haberse promulgado la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de aquel 4 de octubre de 1824, en su juramento como primer presidente constitucional de la República, el general Guadalupe Victoria dijo:
‘Que la nave del Estado ha de surcar un mar tempestuoso y difícil, que la vigilancia y las fuerzas del piloto no alcanzan a contener el ímpetu de los vientos, que existen averías en el casco, y el norte es desconocido. Peligros no faltan, complicadas son las circunstancias y sólo el poder del regulador de los destinos, la ciencia y previsión de los representantes del pueblo conducirán esta nave al puerto de la felicidad.’
Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y comandanta suprema de las Fuerzas Armadas, agradecemos su presencia en este significativo acto para las y los marinos navales de México.
General Ricardo Trevilla Trejo, secretario de la Defensa Nacional y alto mando del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional.
Distinguidos representantes del poder Legislativo.
Ingeniero Cuitláhuac García Jiménez, gobernador constitucional del estado de Veracruz.
Autoridades civiles, militares y navales que nos acompañan en el presídium.
Estimadas invitados e invitadas especiales, así como agregados navales y aéreos acreditados en este país.
Personal de la Secretaría de Marina Armada de México.
Representantes de los medios de comunicación.
Querido pueblo veracruzano.
Señoras y señores:
Muy buenas tardes.
Hoy, a 200 años del histórico suceso que significó promulgar nuestra primera carta magna y que marcaría el inicio de la República federal mexicana que conocemos en la actualidad, vemos refrendada la voluntad del pueblo de hacer valer su derecho constitucional al voto, un derecho que como ciudadanía nos permite elegir libre y democráticamente a nuestros representantes, quienes habrán de guiar los destinos de nuestra nación, y es precisamente en el marco de esta magna celebración que también rememoramos un aniversario más de nuestra muy querida Armada de México.
Ese Estado mexicano, como nación libre y soberana, emprendió su recorrido en septiembre de 1821, a escasos días de haberse consumado nuestra independencia; la incipiente patria mexicana comenzó a organizarse para hacer frente a los retos aún pendientes y aquellos venideros.
El 4 de octubre de 1821, se crea por decreto la Secretaría de Guerra y Marina, y fue designado un marino como primer secretario, el teniente de navío Antonio de Medina Miranda. Hace 203 años se crea la Armada de México.
Como toda nación incipiente, México transcurrió por un periodo de ajustes sobre la mejor forma de gobierno a establecer, sobre el mejor camino a seguir para el beneficio de todas y todos, y nuestra Armada, la Armada de los mexicanos, continuó organizándose y alistándose para la defensa de la libertad recién conquistada.
Tan sólo tres años después, la ilustre labor de los representantes de toda la federación que conformaron el Congreso Constituyente, el 4 de octubre, hace exactamente 200 años, nuestra nación tuvo a bien promulgar su primera carta magna, la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824.
De esta manera, también se hace oficial por primera vez la forma de gobierno republicana, así como la división de poderes: Legislativo, Judicial y Ejecutivo; este último sería representado por el primer presidente de México, Guadalupe Victoria. Con este hito histórico, nuestra nación como República concretó un proceso social y abrió las puertas a una nueva dimensión política que hoy está más vigente y más viva que nunca.
Desde su creación, la Armada de México entendió la noble misión que le ha sido encomendada, pero fue en la Constitución federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824 que quedó plasmado su papel fundamental en favor de la soberanía nacional; fue en su artículo 110 fracción décima que establece como atribución del presidente, representante del supremo Poder Ejecutivo de la federación, disponer de la fuerza armada permanente de mar y tierra, y de la milicia activa, para la seguridad interior y defensa exterior de la federación.
Hoy, a dos siglos de haber emprendido esta travesía, la armada de los mexicanos continúa refrendando su lealtad a la investidura presidencial, su lealtad a la voluntad del pueblo mexicano y su lealtad a la nación.
Somos una armada de mar, aire y tierra. Somos una armada defensores de la patria. Somos una armada cercana a las necesidades de su pueblo.
En esta fecha no sólo tenemos la oportunidad de recordar nuestro pasado histórico, sino de comprender la importancia de recordar desde el presente, un presente posible gracias a la consecución de hechos gloriosos llevados a cabo por mexicanas y mexicanos, quienes jamás dudaron en ser los artífices y constructores de la patria que hoy vivimos.
En esta ocasión seremos testigos de un desfile conmemorativo que nos recuerda que pasado y presente nacionales están unidos por las acciones de su pueblo y también por la bitácora naval.
Antes, nosotros veremos un ejercicio naval, desfilar un contingente, y seremos testigos de una parada aérea de la Armada de México, que representa nuestras acciones más relevantes de mar, aire y tierra.
De esta forma, hacemos un recuento del cumplimiento de nuestra misión gracias a nuestro despliegue en los mandos navales a lo largo y ancho del territorio nacional, labores de búsqueda y rescate y vigilancia marítima, el mantenimiento del Estado de derecho, el apoyo en tareas de seguridad con nuestra Infantería de Marina y el auxilio a la población en casos de emergencia, acciones donde más de 18 mil mujeres navales tienen un papel fundamental en nuestras filas como desde hace casi un siglo.
Asimismo, desfilan cadetes del Heroico Colegio Militar y del Colegio del Aire, junto con el contingente representativo de los planteles educativos como un gesto de hermandad y fortaleza de las Fuerzas Armadas.
Doctora Claudia Sheinbaum Pardo, comandanta suprema de la Fuerzas Armadas:
Los historiadores coinciden en afirmar que la Constitución de 1824 ofrece un punto de partida a nuestra nación hacia un mejor futuro basado en una nueva organización política, una era de cambios fue develada desde entonces.
Orgullosamente, junto con nuestro país, esta institución se ha forjado siguiendo la misma ruta. Durante más de 200 años, la Armada de México, las y los marinos, hemos estado presentes en todo momento con especial énfasis en los episodios más coyunturales de la patria. Destacan de estos pasajes históricos, fechas de suma relevancia, como el 23 de noviembre de 1825, cuando la primera escuadrilla naval comandada por el célebre capitán de fragata, Pedro Sáinz de Baranda, logró la capitulación del fuerte de San Juan de Ulúa en este puerto de Veracruz, en el que se encontraban situadas las últimas tropas colonialistas que pretendían reconquistar nuestro territorio nacional; aquella gesta consolidó para siempre la independencia de México y llenó de orgullo a nuestra institución.
De igual manera, el 21 de abril de 1914, el suelo nacional se cubrió de gloria. En aquella fecha, el pueblo veracruzano, junto con jóvenes cadetes de la entonces Escuela Naval Militar, defendieron la independencia y la soberanía de nuestro pueblo de la invasión de fuerzas extranjeras.
Fue una clara muestra de la unidad nacional, una gloriosa página de la historia de México de grandes dimensiones.
Hacia 1917, los constitucionalistas mexicanos establecieron en el artículo 32 de nuestra carta magna las bases legales que derivaron en la nacionalización de nuestra Marina, una reforma inspirada en el más puro alto patriotismo que establece por definición que el mar de esta nación es por entero para las y los mexicanos.
Como la historia lo demuestra, nuestro pueblo sabe del gran amor que le tenemos a nuestra nación y que nuestro deber es su bienestar, tal y como ocurre ahora en Guerrero y en Oaxaca, porque no están solos.
Mi comandanta suprema:
Tal como ha sido en estos dos siglos, hoy y siempre la Armada de México habrá de actuar con honor, realizando acciones meritorias dirigidas al bien común, siendo fieles a nuestra propia palabra y consciencia.
Con deber como la virtud que nos impulsa a proceder con la rectitud, según los principios de la moral y la legalidad.
Con lealtad, exaltando el principio fundamental de una convicción de fidelidad hacia la nación y a nuestra institución.
Con patriotismo como valor supremo que hace que todos los demás valores fundamentales estén vinculados con el servicio a México.
Somos y seguiremos siendo una Armada leal y con sentido humanista. Seguiremos trabajando arduamente para consolidar un poder marítimo nacional con una visión sostenible y sustentable, potenciando el desarrollo de los intereses marítimos en las zonas marinas mexicanas y en la franja costera, protegiendo con un poder naval que sea capaz de garantizar la seguridad y protección de nuestros mares, como Estado naval, como Estado de puerto, como Estado de bandera y como poder militar del país, con igualdad sustantiva y de respeto a los derechos humanos, anteponiendo la voluntad y la victoria de nuestro pueblo.
Muchas gracias.
MODERADOR: La Armada de México históricamente ejecuta operaciones de búsqueda, rescate y vigilancia marítima, empleando buques, embarcaciones, aeronaves, optimizando dichas operaciones para que de manera sistematizada y con los medios adecuados responda a la demanda creciente de auxilio marítimo.
MODERADORA: Para mostrar la manera en que se realizan estas acciones, se invita respetuosamente a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y comandanta suprema de las Fuerza Armadas, y a la amable concurrencia, a observar el desarrollo de un ejercicio ejecutado por una estación naval de Búsqueda, Rescate y Vigilancia Marítima de Veracruz, quienes, ante una llamada de emergencia recibida al teléfonos 800 MARINA 1, simularán un rescate en altamar de tres personas que debido al mal tiempo su embarcación sufrió un percance, provocando que se pantoqueara, es decir, se volteara, ocasionando heridas graves en uno de los tripulantes, por lo que serán necesaria su evacuación inmediata.
MODERADOR: Sistema de Búsqueda y Rescate de la Armada de México con personal altamente capacitado trabaja los 365 días del año las 24 horas para proteger lo más importante: tu vida.
Podemos observar que un helicóptero Panther sobrevuela el área de rescate a una altura aproximada de 20 metros. Las señales de emergencia son un aviso normativo en la mar, y éstas facilitan la localización de una embarcación en caso de que solicite ayuda.
Podemos observar cómo se posiciona el helicóptero Panther al desplegarse el nadador; éste realiza la aproximación hacia la víctima. El nadador de rescate verifica la integridad de la víctima y determina el dispositivo de rescate que empleará en este ejercicio para el desarrollo de las operaciones de búsqueda y rescate.
El personal es entrenado arduamente y es capacitado en la Escuela de Búsqueda y Rescate, en la cual su adestramiento consta de dos horas diarias.
A continuación, el dispositivo de rescate que se empleará en esta ocasión es conocido como eslinga o arnés de rescate. En este tipo de dispositivo de rescate se destaca que la comunicación con el nadador y la aeronave será a través de señas.
Es importante mencionar que el personal que realiza funciones de nadadores de rescate recibe una capacitación durante seis meses en la Escuela de Búsqueda y Buceo de la Armada de México, ubicada en el puerto de Acapulco, Guerrero.
Al evaluar la situación del sobreviviente, el rescatista realiza una señal con el pulgar hacia arriba, indicando que está listo para hacer izado. Desde el helicóptero se baja el arnés a través de un torno para evitar un golpe que entorpezca el auxilio a la víctima. El nadador deber esperar a que el gancho toque completamente la superficie del agua antes de ser enganchado.
Es importante mencionar que para ser rescatista se debe realizar un entrenamiento con dos horas diarias de ejercicio físico. Es una capacitación constante, ya que su condición física debe estar en excelente estado.
Desde un helicóptero, existen tres procedimientos para extraer una víctima: por medio de una camilla, canastilla o arnés de rescate. Esto dependerá de las condiciones en las que se encuentre el individuo.
Cuando el rescatista ya aseguró los broches correspondientes, golpea tres veces el gancho de rescate, manteniendo una mano extendida, señal de encontrarse listo para hacer elevado. Ya en el helicóptero, la víctima es trasladada a tierra, donde recibirá atención por personal médico de Marina.
Después de la extracción en helicóptero, se aproxima una embarcación tipo Defender y una moto acuática, las cuales efectuarán el rescate del resto de la tripulación. La embarcación clase Defender está diseñada para desarrollar velocidades de hasta 50 nudos, 74 kilómetros por hora aproximadamente, y cuenta con tres motores fuera de borda de 300 caballos de fuerza, contando con una autonomía de hasta ocho horas; puede navegar con vientos máximos de hasta 30 nudos, esto quiere decir que son 55 kilómetros por hora aproximadamente y con olas de hasta tres metros de altura.
Las motos acuáticas de búsqueda y rescate, por su gran versatilidad, sirven para asegurar una respuesta inmediata en casos de emergencia marítima, aún en lugares pocos accesibles, con el fin de coadyuvar en la salvaguarda de las personas que trabajan o realizan cualquier tipo de actividad en las costas mexicanas.
Al ser rescatadas, las víctimas son trasladadas a tierra para ser revisadas y atendidas por personal de sanidad naval.
Actualmente, la Armada de México cuenta con 34 estaciones navales de búsqueda y rescate en ambos litorales del país, 10 clases A: cinco en el Pacífico y cinco en el golfo; 24 clases B: 18 en el Pacífico y seis en el golfo.
Y con esto concluimos el ejercicio ejecutado por la Estación Naval de Búsqueda, Rescate y Vigilancia Marítima de Veracruz.
MODERADOR: Su atención, por favor. Es momento de escuchar el discurso oficial en voz de la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y comandanta suprema de las Fuerzas Armadas.
PRESIDENTA CLAUDIA SHEINBAUM PARDO: Muchas gracias. Muy buenas tardes a todos, a todas.
Ingeniero Cuitláhuac García Jiménez, gobernador constitucional del estado de Veracruz.
Ingeniera Rocío Nahle, gobernadora electa del estado de Veracruz.
Almirante Raymundo Pedro Morales Ángeles, secretario de Marina.
General Ricardo Trevilla Trejo, secretario de la Defensa Nacional.
Compañeros, compañeras, personal naval y militar que nos acompaña.
Y con mucho gusto, al heroico pueblo del estado de Veracruz.
Hoy, 4 de octubre, se celebra, por un lado, el aniversario de la creación de la Armada de México que, como ustedes saben, nuestro hoy expresidente, pero le decimos presidente, Andrés Manuel López Obrador, instauró la recuperación de las fiestas cívicas y de los actos cívicos, porque es muy importante recordar, es muy importante la memoria, saber de dónde venimos, lo que ocurrió en nuestro país para llegar al momento que estamos viviendo.
Al mismo tiempo, el día de hoy se celebra, se conmemora la promulgación de la primera Constitución de la República, la Constitución de 1824. Y hoy, 4 de octubre del 2024, significa que son 200 años de la promulgación de la primera Constitución de la República.
¿Qué tenía este documento?
Este documento establecía la forma de gobierno y establecía a México como una nación independiente y soberana. Es una carta magna, la primera de la República, que nace del anhelo de independencia, de libertad y justicia del pueblo de México. Es decir, la Constitución de 1824 puso los cimientos de un país libre, soberano y también de un país democrático que ha orientado el destino de nuestra nación.
Con la primera Constitución del México independiente hace 200 años, ahí nuestro país toma el nombre de Estados Unidos Mexicanos.
Se establece una República federal con Constituciones estatales por cada estado de la República, y divide por primera vez los poderes en Ejecutivo, Legislativo y Judicial, tanto a nivel estatal como a nivel federal, entre otras contribuciones de la Constitución que se promulgó hace 200 años.
¿Por qué es importante que el pueblo de México recuerde la Constitución promulgada el 4 de octubre de 1824?
Por varias razones:
Primero, porque surge, y hay que recordarlo, después de que Iturbide quiso imponerse como emperador. Después de la consumación de la Independencia, viene un periodo en donde Iturbide decide desaparecer el entonces Congreso y decide hacerse emperador. Es decir, no sólo provino de la lucha por la independencia de la Corona española, sino que viene de una rebelión en contra de un régimen que se pretendía monárquico y recuperó la esencia de lo que fue antes de esta, la llamada Constitución de Apatzingán como una República democrática.
Porque, como lo mencionó hoy en la mañana en nuestra conferencia de prensa, que estuvo una historiadora zacatecana, Mariana Terán, y lo dijo de forma muy poética, por eso lo retomó: tenemos un pasado común como mexicanas y mexicanos que nos ha hecho nación, porque esa Constitución logró armar una República que fue capaz de integrar los suelos tostados de Veracruz con el esplendoroso desierto de Sonora, porque esa Constitución de 1824 unió lo que estaba a un paso de separarse y logró sobreponerse a contrastes, geografías, sociedades y culturas.
Veníamos de un pasado virreinal donde la Nueva España era parte de la monarquía española. Con la consumación de la independencia, el imperio de Iturbide no logró formar una Constitución, la monarquía mexicana no sobrevivió gracias al pueblo de México.
El poder fue asumido por las provincias y éstas se movilizaron. Las provincias más radicales de aquella época estaban en Oaxaca, Yucatán, Jalisco, Veracruz y Zacatecas, y decidieron que la forma de gobierno debía ser la República federal para asegurar su autonomía.
En 1823 quedó dibujado el federalismo con el acta constitutiva del 31 de enero de 1824 y el 4 de octubre con la Constitución de 1824.
En un acto de visión y valentía, los líderes de Independencia, entonces Guadalupe Victoria, Vicente Guerrero, Gómez Farías, Ramos Arizpe, concibieron un documento que reflejaba la voluntad de un pueblo por forjar su propio destino.
Aunque la primera República federal no estuvo exenta de desafíos y conflictos que marcaron el siglo XIX de nuestra nación, la Constitución de 1824 sentó un precedente crucial: el reconocimiento de la diversidad cultural y territorial de México, y la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos y ciudadanas en un momento en que aún resonaban los ecos de la independencia del yugo colonial.
Después de la Constitución de 1824, la de mayor relevancia es la que corresponde a la segunda transformación de México encabezada por Benito Juárez y los liberales mexicanos, en donde también Veracruz juega un papel fundamental. Esta Constitución del 57 establece un Estado civil y, entre otros, el artículo constitucional que dice:
‘La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo; todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio del pueblo; el pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.’
Este artículo se sostiene hasta la fecha y es fundamental, pues reconoce que nuestra democracia radica en el poder del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Como lo decía Juárez: Con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada.
Ese artículo es de suma relevancia y nos da garantías democráticas, es lo que nos permite que hoy se haya reformado la Constitución para que sean electos los jueces, los magistrados y los ministros del Poder Judicial.
La Constitución de 1824 es producto de la guerra de Independencia, la de 1857 de la guerra de Reforma y la de 1917 de la Revolución mexicana. En los tres casos surgieron de mentes brillantes que representaban en ese momento los anhelos del pueblo de México.
Vale la pena, sin embargo, mencionar que la Constitución del 17 sufre varias reformas en el periodo de 1982 al año 2018, que en este caso surgieron de arriba para abajo; la gran mayoría de ellas, en contra de los intereses del pueblo y de la nación.
Pero en 2018 inicia la Cuarta Transformación de la vida pública de México, y las reformas —a partir de entonces de la Constitución— recupera nuevamente la esencia social de la Constitución, y hacen de México un país más justo, libre, independiente, democrático, soberano e igualitario.
Nos da gusto el día de hoy estar en Veracruz, porque la primera Constitución está íntimamente ligada a Guadalupe Victoria, quien, aun cuando es de origen duranguense, desarrolló gran parte de su lucha como independentista en este bello estado. Fue diputado, senador, gobernador de Veracruz y primer presidente del México independiente del 10 de octubre de 1824 al 31 de marzo de 1829.
El pasado está contenido en nuestro presente. Lo que somos como nación es lo que hemos sido a lo largo de nuestra historia, todo está cargado en la memoria del pueblo de México, ese ingenio de la vida y también de la historia. México tiene una historia fecunda, historia que nos moldea y nos da fuerzas para seguir adelante.
Hoy, al recordar la valiosa herencia de la Constitución de 1824, renovamos nuestro compromiso como pueblo, como gobierno, junto con sus Fuerzas Armadas, Fuerzas Armadas civilistas, leales, disciplinadas, que no solamente representan al pueblo de México, sino que dan su vida por el pueblo y por la nación.
Vamos a seguir trabajando por nuestra hermosa patria, más justa, libre, soberana y democrática.
¡Que viva Veracruz!
¡Que viva la Constitución de 1824!
¡Que viva México libre, independiente, democrático y soberano!
¡Que viva México!
MODERADOR: Damas y caballeros, en breves momentos dará inicio el desfile conmemorativo al bicentenario de la Constitución Federal de los Estados Unidos de 1824 y creación de la Armada de México, por lo que el contralmirante Vladimir Delgadillo Martínez, comandante de la columna del desfile, se dirige a la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y comandanta suprema de las Fuerzas Armadas con el fin de solicitarle a su superior autorización.
VLADIMIR DELGADILLO MARTÍNEZ, COMANDANTE DE LA COLUMNA DEL DESFILE: Ciudadana doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y comandanta de las Fuerzas Armadas:
Solicito autorización para dar inicio al desfile conmemorativo del bicentenario de la Constitución Federal de 1824 de los Estados Unidos Mexicanos y creación de la Armada de México.
(DESFILE MILITAR)
MODERADORA: Es así como cierra el contingente de la Secretaría de Marina Armada de México, y culmina este desfile naval conmemorativo al bicentenario de la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos de 1824 y creación de la Armada de México, desfile en el que, con gallardía, firmeza y disciplina, cada uno de los elementos participantes hicieron muestra simbólica de lealtad, de honor y del inmenso amor por el pueblo de México.
MODERADOR: Secretaría de Marina Armada de México, orgullosos de servir a México.
Acto seguido, el contralmirante Vladimir Delgadillo Martínez, comandante de la columna del desfile militar, rendirá el parte de novedades a la presidenta de los Estados Unidos Mexicanos y comandanta suprema de las Fuerzas Armadas.
VLADIMIR DELGADILLO MARTÍNEZ: Ciudadana doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y comandante suprema de las Fuerzas Armadas:
El presente desfile conmemorativo estuvo integrado por un total de:
Treinta y cuatro banderas de guerra.
Seis estandartes.
Cuarenta y siete guiones.
Dos mil 816 efectivos, de los cuales 754 son mujeres.
Diez embarcaciones.
Diez aeronaves.
Cuarenta y siete vehículos operativos.
Siete vehículos de apoyo con remolque.
Catorce caninos.
Y un turibús con 30 niños y 30 tutores.
Todo sin novedad.
MODERADOR: Se invita a todos los presentes a ponerse de pie para entonar las gloriosas estrofas del Himno Nacional Mexicano.
(HIMNO NACIONAL MEXICANO)
MODERADORA: Con lo anterior, damos por finalizados estos eventos conmemorativos al bicentenario de la Constitución Federal de los Estados Unidos de 1824 y creación de la Armada de México, agradeciendo su amable asistencia; en especial, a la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos y comandanta suprema de las Fuerzas Armadas.
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